lunes, 4 de mayo de 2015



HISTORIA ANTIGUA




La Historia Antigua es considerada el primer período de la Historia de la Humanidad, precedida por la Prehistoria y seguida por la Edad Media. Se ha señalado tradicionalmente como comienzo de la Historia Antigua a la invención de la escritura, importantísimo hecho histórico que permitió al ser humano desarrollar una forma más avanzada de comunicación. Por su parte, la finalización de la Historia Antigua se fecha hacia el año 476 d.C. con la caída del Imperio Romano de Occidente.


A lo largo de la Historia Antigua se han desarrollado las primeras grandes civilizaciones de la Humanidad que, además de contar con la escritura, significaron una complejización de la vida urbana, la división del trabajo, el establecimiento de diferentes organizaciones sociales, la creación de las religiones y la instauración de los primeros gobiernos o Estados. Es por esto que en este período de la Historia encontramos grandes aldeas y ciudades en muchos aspectos superiores a las simples y primitivas aldeas neolíticas.

Las mencionadas características se han hecho presentes en diferentes regiones del globo en las cuales las comunidades humanas se asentaron de manera definitiva. La Historia Antigua estudia por ello las civilizaciones de la Antigua Mesopotamia ubicadas en el valle de los ríos Éufrates y Tigris (donde la civilización sumeria fue la primera en desarrollar su poder), del Antiguo Egipto, las pequeñas comunidades hebreas y fenicias, la Antigua Grecia y la Roma Antigua, quizás la más importante en cuanto a su extensión geográfica en el momento del Imperio. Finalmente, la Historia Antigua también debe incluir a aquellas civilizaciones históricas que quedan por fuera del marco geográfico conocido como el Viejo Mundo y entre ellas encontramos a la China, la India y las comunidades precolombinas en América.



El legado de la Historia Antigua es sin dudas muy rico y en muchos aspectos su influencia llega a la actualidad. Entre los fenómenos más importantes y significativos para la Humanidas, desarrollados en este momento de la Historia, encontramos la escritura cuneiforme (primera forma de escritura humana), el desarrollo de importantes religiones (como la egipcia, la griega y la romana, la judía y la cristiana), importantes obras literarias (como la Ilíada, la Odisea, el Código de Hammurabi, la Biblia, el Libro de los Muertos entre muchas otras), la construcción de increíbles monumentos y edificaciones (como las pirámides egipcias, la Esfinge, el Partenón, el Coliseo Romano, la Puerta de Ishtar, el Palacio de Cnosos), y la creación de únicos elementos tales como la democracia, el derecho, diferentes ciencias, la filosofía, las Olimpíadas, la ingeniería, etc.




La Edad Antigua es la época histórica que coincide con el surgimiento y desarrollo de las primeras civilizaciones o civilizaciones antiguas.

El concepto más tradicional de historia antigua presta atención a la invención de la escritura, que convencionalmente la historiografía ha considerado el hito que permite marcar el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia, dada la primacía que otorga a las fuentes escritas frente a la cultura material, que estudia con su propio método la arqueología. Otras orientaciones procuran atender alsistema social o el nivel técnico. Recientemente, los estudios de genética de poblaciones basados en distintas técnicas de análisis comparativo de ADN y los estudios de antropología lingüística están llegando a reconstruir de un modo cada vez más preciso las migraciones antiguas y su herencia en las poblaciones actuales.1

Sea cual fuere el criterio empleado, coincide que en tiempo y lugar unos y otros procesos cristalizaron en el inicio de la vida urbana (ciudades muy superiores en tamaño y diferentes en función a las aldeas neolíticas), la aparición del poder político (palacios, reyes), de las religiones organizadas (templos, sacerdotes), una compleja estratificación social, esfuerzos colectivos de gran envergadura que exigen prestaciones de trabajo obligatorio e impuestos, y el comercio de larga distancia (todo lo que se ha venido en llamar «revolución urbana»);2 nivel de desarrollo social que por primera vez se alcanzó en la Sumeria del IV milenio a. C., espacio propicio para la constitución de las primeras ciudades-estado competitivas a partir del sustrato neolítico que llevaba ya cuatro milenios desarrollándose en el «Creciente fértil».3 A partir de ellas, y de sucesivos contactos (tanto pacíficos como invasiones) de pueblos vecinos (culturas sedentario-agrícolas o nómada-ganaderas que se nombran tradicionalmente con términos de validez cuestionada, más propios de familias lingüísticasque de razas humanas: semitas, camitas, indoeuropeos, etc.), se fueron conformando los primeros estados de gran extensión territorial, hasta alcanzar el tamaño de imperiosmultinacionales.

Procesos similares tuvieron lugar en diversos momentos según el área geográfica (sucesivamente Mesopotamia, el valle del Nilo, el subcontinente indio, China, la cuenca del Mediterráneo, la América precolombina y el resto de Europa, Asia y África); en algunas zonas especialmente aisladas, algunos pueblos cazadores-recolectores actuales aún no habrían abandonado la prehistoria mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o contemporánea de la mano de las colonizaciones del siglo XVI al XIX.






Los pueblos cronológicamente contemporáneos a la Historia escrita del Mediterráneo Oriental pueden ser objeto de la Protohistoria, pues las fuentes escritas por romanos,griegos, fenicios, hebreos o egipcios, además de las fuentes arqueológicas, permiten hacerlo.

La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de la civilización grecorromana(siglo V a. C. al II d. C.) o en sentido amplio, en toda su duración (siglo VIII a. C. al V d. C.). Se caracterizó por la definición de innovadores conceptos sociopolíticos: los de ciudadanía y de libertad personal, no para todos, sino para una minoría sostenida por el trabajo esclavo; a diferencia de los imperios fluviales del antiguo Egipto, Babilonia, India o China, para los que se definió la imprecisa categoría de «modo de producción asiático», caracterizadas por la existencia de un poder omnímodo en la cúspide del imperio y el pago de tributos por las comunidades campesinas sujetas a él, pero de condición social libre (pues aunque exista la esclavitud, no representa la fuerza de trabajo principal).4

El final de la Edad Antigua en la civilización occidental coincide con la caída del Imperio romano de Occidente (en el año476; el Imperio romano de Oriente sobrevivió toda la Edad Media hasta 1453 como Imperio bizantino), aunque tal discontinuidad no se observa en otras civilizaciones. Por tanto, las divisiones posteriores (Edad Media y Edad Moderna) pueden considerarse válidos solo para aquella; mientras que la mayor parte de Asia y África, y con mucha más claridadAmérica, son objeto en su historia de una periodización propia.


Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta los siglos VI y VII, mientras que, la escuela «mutacionista» francesa la extiende hasta algún momento entre los siglos IX y XI. Distintas interpretaciones de la historia ponen el acento en cuestiones económicas (transición del modo de producción esclavista al modo de producción feudal, desde la crisis del siglo III); políticas (desaparición del imperio e instalación de los reinos germánicos desde el siglo V); o ideológicas, religiosas (sustitución del paganismo politeísta por los monoteísmos teocéntricos: el cristianismo ―siglo IV― y posteriormente el islam ―siglo VII―), filosóficas (filosofía antigua por la medieval) y artísticas (evolución desde el arte antiguo ―clásico― hacia el arte medieval ―paleocristiano y prerrománico―).



Las civilizaciones de la Antigüedad son agrupadas geográficamente por la historiografía y la arqueología en zonas en que distintos pueblos y culturasestuvieron especialmente vinculados entre sí; aunque las áreas de influencia de cada una de ellas llegaron en muchas ocasiones a interpenetrarse e ir mucho más lejos, formando imperios de dimensiones multicontinentales (el Imperio persa, el deAlejandro Magno y el Imperio romano), talasocracias (‘gobierno de los mares’) orutas comerciales y de intercambio de productos e ideas a larga distancia; aunque siempre limitadas por el relativo aislamiento entre ellas (obstáculos de los desiertosy océanos), que llega a ser radical en algunos casos (entre el Viejo Mundo y elNuevo Mundo). La navegación antigua, especialmente la naturaleza y extensión de las expediciones que necesariamente tuvieron que realizar las culturas primitivasde Polinesia (al menos hasta la Isla de Pascua), es un asunto aún polémico. En algunas ocasiones se ha recurrido a la arqueología experimental para probar la posibilidad de contactos con América desde el Pacífico. Otros conceptos de aplicación discutida son la prioridad del difusionismo o del desarrollo endógeno para determinados fenómenos culturales (agricultura, metalurgia, escritura,alfabeto, moneda, etc.) y la aplicación del evolucionismo en contextos arqueológicos y antropológicos.




Historia como disciplina académica




El registro de anales y crónicas fue en muchas civilizaciones un oficio ligado a un cargo institucional público, controlado por el estado. Sima Qian (denominado padre de la Historia en la cultura china) inauguró en esa civilización los registros históricos oficiales burocratizados (siglo II a. C.). La crítica del musulmán Ibn Jaldún (Muqaddima -Prolegómenos a la Historia Universal-, 1377) a la manera tradicional de hacer historia no tuvo consecuencias inmediatas, siendo considerado un precedente de la renovación de la metodología de la historia y de la filosofía de la historia que no se inició hasta el siglo XIX, fruto de la evolución de la historiografía en Europa Occidental. Entre tanto, los cronistas oficiales castellanos y de Indias dieron paso en la España ilustrada del siglo XVIII a la fundación de la Real Academia de la Historia; instituciones similares existen en otros países.




La docencia de la historia en la enseñanza obligatoria fue una de las bases de la construcción nacional desde el siglo XIX,9proceso simultáneo a la proliferación de las cátedras de historia en las universidades (inicialmente en las facultades de letras o Filosofía y Letras, y con el tiempo, en facultades propias o de Geografía e Historia -disciplinas cuya proximidad científica y metodológica es una característica de la tradición académica francesa y española-)10 y la creación de todo tipo de instituciones públicas11 y privadas (clubes históricos o sociedades históricas, muy habitualmente medievalistas, respondiendo al historicismo propio del gusto romántico, empeñado en la búsqueda de elementos de identificación nacional); así como publicaciones dedicadas a la historia.
Artículo principal: Revista de historia

En la enseñanza media de la mayor parte de los países, los programas de historia se diseñaron como parte esencial delcurrículo. En especial la agregación de historia presente en los lycées franceses desde 1830 adquirió con el tiempo un prestigio social incomparable con los cargos similares en otros sistemas educativos y que caracterizó el elitismo de la escuela laica republicana hasta finales del siglo XX.

A ese proceso de institucionalización, siguió la especialización y subdivisión de la disciplina con diferentes sesgos temporales (de cuestionable aplicación fuera de la civilización occidental: historia antigua, medieval, moderna,contemporánea -estas dos últimas, habituales en la historiografía francesa o española, no suelen subdividirse en la historiografía anglosajona: en:modern era-), espaciales (historia nacional, regional, local, continental -de África, de Asia, de América, de Europa, de Oceanía-), temáticos (historia política, militar, de las instituciones, económica y social, de los movimientos sociales y de los movimientos políticos, de las civilizaciones, de las mujeres, de la vida cotidiana, de las mentalidades, de las ideas, cultural), historias sectoriales ligadas a otras disciplinas (historia del arte, de la música, de las religiones, del derecho, de la ciencia, de la medicina, de la economía, de la ciencia política, de las doctrinas políticas, de la tecnología), o centrada en cualquier tipo de cuestión particular (historia de la electricidad, de la democracia, de la Iglesia,de los sindicatos, de los sistemas operativos, de las formas -literarias de la Biblia-, etc). Ante la atomización del campo de estudio, también se han realizado distintas propuestas que consideran la necesidad de superar esas subdivisiones con la búsqueda de una perspectiva holística (historia de las civilizaciones e historia total) o su enfoque inverso (microhistoria).


El Premio Nacional de Historia (de Chile -bianual, a una personalidad- y de España -a una obra publicada cada año-) y elPremio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (a una personalidad del ámbito de la historia, la geografía u otras ciencias sociales) son los más altos reconocimientos de la investigación histórica en el ámbito hispanohablante, mientras que en el ámbito anglosajón existe una de las versiones del Premio Pulitzer (en:Pulitzer Prize for History). El Premio Nobel de Literatura, que puede recaer en historiadores, sólo lo hizo en dos ocasiones (Theodor Mommsen, en 1902, y Winston Churchill, en 1953). Desde una perspectiva más propia de la consideración actual de la historia como una ciencia social, elPremio Nobel de economía fue concedido a Robert Fogel y Douglass North en 1993.






En sus comienzos la geografía fue una ciencia construida a partir de los trabajos de viajeros, exploradores, biólogos, topógrafos, cartógrafos y empíricos. Los inicios de la geografía se dedicaron al conocimiento de nuevas tierras, a elaborar los primeros mapas, descubrir los cursos de los ríos, determinar el relieve y explicar fenómenos como el vulcanismo, las inundaciones, sequías y eclipses.

En el siglo IV a.C., Aristóteles hizo las primeras aproximaciones para asegurar que la tierra era redonda, para ello se basó en la observación de los astros, los eclipses y la gravedad. Eratóstenes realizó intentos por calcular la circunferencia de la tierra. Uno de los primeros tratados sobre geografía fue redactado por el filósofo e historiador griego Estrabón, quién en su "geografía", obra conformada por más de 15 volúmenes, describió palmo a palmo el imperio romano.

La figura de Tolomeo es muy importante en la historia de la geografía. Él recopiló todos los conocimientos de los griegos, realizó interesantes mapamundis y elaboró una obra llamada Guía Geográfica.

Durante la edad media fueron traducidos al árabe algunos textos griegos sobre geografía, sólo cuando estos se tradujeron al latín llegaron a Europa.

Aún hasta el siglo XVIII la geografía se dedicó a la acumulación de datos geográficos. Hasta ese entonces fueron relevantes los viajes del italiano Marco Polo en el siglo XIII, las cruzadas cristianas, las exploraciones de españoles y europeos.

En el XIX se realizaron exploraciones de carácter científico a las tierras descubiertas en el siglo XVI. Los conceptos "modernos" de la geografía sólo tuvieron aceptación a principios del siglo XIX con la aparición de trabajos como los de los alemanes Alejandro de Humboldt y Carl Ritter. El primero de ellos realizó avances en el estudio y descripción de los factores naturales, vistos como un conjunto y no como sucesos separados, además incluyó algunos estudios históricos en sus trabajos de geografía. Ritter centró todo su análisis en el estudio de áreas teniendo en cuenta los fenómenos históricos, culturales y económicos.

El también alemán Friedrich Ratzel, basó su teoría en tratar de demostrar que el medio físico determina los comportamientos sociales y demográficos de las personas, pensamiento base del determinismo geográfico. En ese periodo también se destacan los geógrafos Ferdinand von Richthofen y Alfred Hettner.

A finales del siglo XIX, el geógrafo Paul Vidal de la Blache, se opuso a la idea de que el medio físico determina las actividades humanas. Él dedico sus estudios a demostrar que los aspectos sociales tienen incluso más relevancia que los factores físicos.

Comenzando el siglo XX se mantuvieron los esquemas típicos de la investigación geográfica. Sólo hasta mediados de siglo florecieron nuevas corrientes teóricas y metodológicas, por ejemplo se adaptaron métodos cuantitativos a los análisis de localización espacial y demografía; entre los teóricos que impulsaron estas ideas se puede recordad a Heinrich von Thünen y Walter Christaller, quienes desarrollaron modelos sobre localización espacial que hoy se consideran obsoletos.

Posteriormente los estudios geográficos se separaron en diferentes corrientes de pensamiento, principalmente entra las que apoyaban los métodos cualitativos y las que defendían los análisis cuantitativos y físicos.

En las últimas décadas se han añadido nuevos retos a la geografía. La creación de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), que permiten el análisis simultáneo de datos y la elaboración de cartografía y modelos espaciales, plantean nuevos caminos para los trabajos en geografía.




HISTORIA 


La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de lahumanidad y como método el propio de las ciencias sociales.1 Se denomina también "historia" al periodo histórico que transcurre desde la aparición de laescritura hasta la actualidad.
Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, "historia", en el lenguaje usual, es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesosimaginarios y de mentiras;2 3 sea su propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción histórica). Por el contrario, el propósito de la ciencia histórica es averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se desarrollaron en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean posibles son en sí mismos objetos de debate.

En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a su herencia genética.
A su vez, llamamos "historia" al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una "historia natural" en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y lapaleontología sino también a muchas otras ciencias naturales -las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y laarqueología son imprecisas, a través de la paleoantropología-, y que se pretende actualizar como "gran historia" o "historia profunda").

Ese uso del término "historia" lo hace equivalente a "cambio en el tiempo".5 En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma (véase tiempo histórico) y para el tiempo mismo.
Dentro de la popular división entre ciencias y letras o humanidades, se tiende a clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas junto con otrasciencias sociales (también denominadas ciencias humanas); o incluso se le llega a considerar como un puente entre ambos campos, al incorporar la metodología de éstas a aquellas.6 La ambigüedad de esa división delconocimiento humano, y el cuestionamiento de su conveniencia, ha llevado al llamado debate de las dos culturas.
No todos los historiadores aceptan la identificación de la historia con una ciencia social, al considerarla una reducción en sus métodos y objetivos, comparables con los del arte si se basan en la imaginación (postura adoptada en mayor o menor medida por Hugh Trevor-RoperJohn LukacsDonald CreightonGertrude Himmelfarb o Gerhard Ritter). Los partidarios de su condición científica son la mayor parte de los historiadores de la segunda mitad del siglo XX y del siglo XXI (incluyendo, de entre los muchos que han explicitado sus preocupaciones metodológicas, a Fernand BraudelE. H. CarrFritz Fischer,Emmanuel Le Roy LadurieHans-Ulrich WehlerBruce TriggerMarc BlochKarl Dietrich BracherPeter GayRobert Fogel,Lucien FebvreLawrence StoneE. P. ThompsonEric HobsbawmCarlo CipollaJaume Vicens VivesManuel Tuñón de Lara o Julio Caro Baroja).
 Buena parte de ellos, desde una perspectiva multidisciplinar (Braudel combinaba historia congeografía, Bracher con ciencia política, Fogel con economía, Gay con psicología, Trigger con arqueología), mientras los demás citados lo hacían a su vez con las anteriores y con otras, como la sociología y la antropología. Esto no quiere decir que entre ellos hayan alcanzado una posición común sobre las consecuencias metodológicas de la aspiración de la historia al rigor científico, ni mucho menos que propongan un determinismo que (al menos desde la revolución einsteniana de comienzos del siglo XX) no proponen ni las llamadas ciencias duras.
 Por su parte, los historiadores menos proclives a considerar científica su actividad tampoco defienden un relativismo estricto que imposibilitaría de forma total el conocimiento de la historia y su transmisión; y de hecho de un modo general aceptan y se someten a los mecanismos institucionales, académicos y de práctica científica existentes en historia y comparables a los de otras ciencias (ética de lainvestigaciónpublicación científicarevisión por paresdebate y consenso científico, etc.).
La utilización que hace la historia de otras disciplinas como instrumentos para obtener, procesar e interpretar datos del pasado permite hablar de ciencias auxiliares de la historia de metodología muy diferente, cuya subordinación o autonomía depende de los fines a los que estas mismas se apliquen.

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